Escenarios en un mundo transformado: cinco tesis sobre el futuro del sistema internacional

Cinco tesis sobre el futuro del sistema internacional | ICAP 103 Las regiones que atraen talento efectivamente eliminan a todos los demás del proceso de trans- ferencia de tecnología, lo que produce un puñado de grandes ganadores que pueden lograr un rápido crecimiento de la produc- tividad y un dominio competitivo. Bajo estas condiciones, la compe- tencia sino- estadounidense por el talento y las firmas de fron- tera es cada vez más inevitable. (Muñiz, 2019) A partir de esta lógica, en el año 2015, el presidente chino Xi Jinping, anunció el proyecto Made in China 2025 , un ambi- cioso plan elaborado por el Ministerio de Industria y Tecnologías de Información, que aspira, a la modernización de la estructura productiva de China. En este particular, Balderrama (2018) recuerda que, la visión del gobierno asiático es posicionarse como un ecosistema de inversión, de emprendimiento y desa- rrollo tecnológico; esta es una iniciativa nacional de gran escala, que busca incrementar la innovación a nivel local y generar industrias estratégicas emer- gentes, siendo el punto de partida, para empezar a exportar diseños y solu- ciones a problemáticas globales. Sin embargo, esta estrategia encuentra detractores, especialmente en los paí- ses occidentales, ya que, mientras se fomenta la innovación a nivel interno, paralelamente, se han desarrollado transacciones internacionales para la adquisición de compañías y, por lo tanto, de tecnologías por medio de empre- sas subsidiadas por el gobierno chino o parte de grandes conglomerados que también reciben incentivos del gobierno, esta es una estrategia altamente criti- cada y cuestionada, especialmente por los Estados Unidos. Tal como lo señala Stephen Olson (Olson en Nicolaci, 2019) de esta misma forma, el bloqueo a las empresas estadouniden- ses en China es una práctica bastante generalizada y, se conoce como la Gran Muralla Digital , que limita el acceso de empresas como Google, Facebook y Twitter al mercado asiático, que, a pesar de usarse en el resto del mundo, no pueden ofrecer sus servicios en terri- torio chino. Esto significa tener cerrado un mercado amplio, y el problema que encuentran los gobiernos occidenta- les con este bloqueo, es que esta no es una práctica recíproca, dado que, cada vez más las grandes empresas tecnoló- gicas de capital chino se posicionan en mercados occidentales, por ejemplo, el conglomerado de telecomunicaciones Tencent, al que pertenece el servicio de mensajería WeChat , cuenta con una amplia participación en grandes empre- sas de Estados Unidos y Europa. Tal como lo señala Stephen Olson :

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