Escenarios en un mundo transformado: cinco tesis sobre el futuro del sistema internacional

Cinco tesis sobre el futuro del sistema internacional | ICAP 85 digital (hardware), sino también, del soporte que ellas necesitan (software), alrededor del mundo y, algo que ya se hace con éxito, dentro de sus fronteras. En el 2018, la Administración del Ciberespacio de China reportó que, el total de la economía digital de ese país alcanzó la considerable suma de 31.3 billones de yuanes ($4.6 billones de dólares), es decir, lo que correspondió al 34.8% del PIB de China en ese año (Xinhua, 2019). Así mismo, su economía digital no se ha quedado solo “en casa”, de acuerdo con Woetzel et al ., (2017), a partir del 2015, China es un exportador neto de servicios digitales, y, uno de los inversionistas más importantes en tec- nologías digitales a nivel global; además, muchas de sus compañías digitales, ya operan alrededor del mundo, incluso exportando sus modelos de negocios. Ese importante progreso en innovación y tecnología, se ve reflejado en la can- tidad de solicitudes de patentes de ese país, tal y como se observa en la Tabla 2, el Informe Anual sobre los Indicadores Mundiales de Propiedad Intelectual de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), se señala que en el 2018 se presentaron un total de 3,3 millones de solicitudes de patentes, de las cuales 1,54 millones son de China, ¡un 46,6% del total! Le siguió Estados Unidos con 597.141, Japón con 313.567, Corea del Sur con 209.992, y Europa (Oficina de Patentes Europea) con 174.397. uno de sus célebres proyectos ha sido la afamada Iniciativa de la Franja y la Ruta ( Belt and Road Initiative , BRI por sus siglas en inglés), esta solo cubre la dimensión física. Ya que, la estrategia lanzada en el 2015 Hecho en China 2025 es la que le permite comprender las pautas que han guiado al dragón asiático en el mundo digital, durante los últimos años 7 . Esta táctica es parte de una serie de planes y políticas que buscan convertir a China en una potencia tecnológica, y, plantea, que la década entre el 2015 y el 2025 está dedicada a reducir las diferencias tecnológicas con otros países, para pos- teriormente consolidar su posición entre los años 2025 y 2035 y, finalmente, con- vertirse en el líder global en innovación que aspira ser entre los años 2035 y 2045 (Gómez, 2016). Este proyecto es, básicamente, una “ruta de la seda digital” que, similar a la Iniciativa de la Franja y de la Ruta, busca que “todos los caminos lleven a China”, pero, en el mundo digital. De acuerdo con Aznar (2019), esto le permitiría a China convertirse en el “proveedor” glo- bal de los avances tecnológicos de la economía digital, y, así lograr el control, no solo sobre las cadenas globales de valor alrededor de las tecnologías nece- sarias para el desarrollo de la economía 7 Uno de los antecedentes más importantes de esta iniciativa es el “Plan a Mediano y a largo plazo para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (2006-2020)”.

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