Un legado regional para un futuro global ICAP

-91- (1954-2019) Al sobrevenir la crisis de la integración económica regional (finales de los años setenta y década de los ochenta), lo que estuvo acompañado de la crisis del modelo de sustitución de importaciones y de las guerras centroamericanas, el ICAP debió enfrentar uno de sus momentos de renovación académica e institucional de mayor calado. Sobrevivir al desplome del esquema integracionista, trabajar en condiciones de guerra regional, y mantener incólumes sus esfuerzos formativos, de investigación, extensión y producción editorial, fue un mérito superlativo de la institución que le permitió prepararse para la etapa transitiva de los años noventa. En los ochenta el ICAP continúo los énfasis temáticos acostumbrados en ma- terias generales de la Administración Pública, y los enriqueció con investigaciones puntuales sobre los orígenes del Estado Nación en Centroamérica, el análisis comparativo de las administraciones públicas en la región, y la necesidad de crear un pensamiento propio, regional, sobre la gestión pública y la modernización de los Estados y gobiernos. En el transcurso de los años noventa, como se ha explicado en este capítulo, la contribución institucional a la redefinición de las relaciones mercado-Estado-sociedad civil resultó cardinal. En torno a esa redefinición el ICAP impulsó sus programas formativos y de capacitación, así como los procesos de investigación, producción editorial y organización de eventos na- cionales, regionales e internacionales. Es en los noventas cuando la región experimenta una encrucijada histórica, por una parte desaparecieron los conflictos bélicos de los años ochenta, y por otro lado las sociedades debieron diseñar y ejecutar políticas públicas para adaptarse a las transformaciones económicas y sociales globales impulsadas bajo el modelo de la apertura comercial, desmonopolización de los sectores públicos y profundización de la globalización económica. El ICAP se encuentra en el centro de estos cambios en lo que respecta a la modernización de los Estados y gobiernos. Este vínculo estrecho, orgánico si se quiere, del ICAP con el momento histórico correspondiente a los años noventa, reproduce una ca- racterística permanente desde su fundación: ser parte de la transformación práctica de las sociedades. Esta breve recapitulación permite afirmar que el ICAP, desde su fundación en 1954, es la instancia principal que dinamiza la vida intelectual de la región en materias relacionadas con la Administración Pública, la gestión pública y la modernización de Estados y gobiernos, rasgo que en todas las etapas históricas perfiladas se traduce en prácticas concretas de transformación social. Como se verá en el capítulo IV de esta obra también se encuentra asociada, por el fondo y por la forma, con los requeri- mientos intelectuales y técnicos de las sociedades nacionales del siglo XXI y de la sociedad global basada en conocimientos. Si a lo escrito se agrega el hecho de que el ICAP, en su origen, se enmarca en el ideal de cooperación y paz entre las nacio- nes que inspiró la creación de las Naciones Unidas, y que sus antecedentes inmediatos están ubicados en la fase final del modelo de desarrollo agroexportador, y primeros impulsos de la estrategia de sustitución de importaciones bajo la inspira- ción de la CEPAL, se puede afirmar del Instituto algo extraordinario y poco común: se trata de una institución que dinamizó la vida intelectual y la cooperación técnica en los ámbitos temáticos de la Administración Pública, durante todas las fases históricas de los modelos de desarrollo aplicados en la región durante el siglo XX. Si a lo dicho se agregan las innovaciones gerenciales, académicas, formativas, de investigación y de extensión realizadas en lo que se lleva del siglo XXI, es claro que el ICAP representa un tesoro irrenunciable para cualquier esfuerzo nacional, regional e internacional cuyo propósito sea la modernización de las instituciones públicas. En el mismo sentido cabe afirmar que en sus instalaciones físicas y virtuales se atesora un cúmulo de conocimientos y experiencias de valor universal, y este es un dato de esencial importancia para el desarrollo futuro de la institución. Puede decirse que el Instituto ha estado presente en la historia regional desde los tiempos finales del modelo de desarrollo agroexportador, pasando por la estrategia de sustitución de importaciones, el modelo de apertura comercial y redefinición de las relaciones entre los mercados económicos, los Estados y gobiernos, y la sociedad civil, hasta llegar a la Sociedad del Conocimiento y a la necesidad de impulsar estrategias de desarrollo productivo, social y ambiental. El impacto del Instituto se ha dejado sentir a lo largo de toda esta historia, y eso es algo que se dice fácil pero que representa un monumental esfuerzo de conocimiento, de gestión y de cooperación en función de la modernización de las instituciones públicas.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mjg4Mjc=