Políticas Públicas en el Mundo Post Covid

comprender este fenómeno se requiere un abordaje interdisciplinario, creativo, e innovador; y que reconozca los límites que representa “mirarlo” con los ojos de la economía tradicional. Podríamos decir que este fenómeno cuenta con múltiples “caras”, interdependientes, que interac- túan entre sí y que juntas conforman lo que llamamos “economía digital”. Desde la dimensión económica su potencial es importante. No es por nada que la Unión Europea considera que la economía digital es “el motor más impor- tante de la innovación, competitividad y crecimiento en el mundo” (Comisión Europea, s.f.). Esto se debe a que ofrece oportunidades importantes para todos los sectores de la economía. Entre ellas, su contribución al crecimiento econó- mico, la expansión de las oportunidades de negocio, la creación de nuevos traba- jos, y la mejora de los Servicios Públicos (Banco Mundial, 2016a). A esto, Cruz (2017) añade que también fortalece las interacciones de las empresas con las partes interesadas, mejora el acceso a los mercados, aumenta la disponibilidad de información para la toma de decisio- nes, y genera mejoras sustanciales en la productividad, innovación en productos, procesos y modelos de negocio. Medir esos beneficios no es tarea sen- cilla, ya que los resultados dependerán del enfoque adoptado. Sin embargo, tomada en términos de su contribución al crecimiento económico, el Banco Mundial estima la economía digital abarca alrede- dor del 6%del PIBde los países de laOCDE, y en Suecia alcanza casi el 8% debido al desarrollo de sus servicios digitales y pla- taformas de crecimiento para la economía digital (Banco Mundial, 2016b). En un caso específico, el australiano, su Gobierno señala que entre el 2020 y el 2030 la inno- vación tecnológica podría aportarle al país cerca de 315 billones de dólares (Gobierno de Australia, 2013). Pero, como fue mencionado anterior- mente, la economía digital no solo puede ser vista con la “mirada” de la economía como se conoce actualmente. Ejemplo de ello es la importancia de los intangibles en el desarrollo económico: el valor de la información, el conoci- miento y la creatividad, entre otros; como es señalado por Jonathan Haskel y Stian Westlake (2018) en su libro titulado Capitalism without Capital. Ahora bien, en cuanto a la dimensión ambiental y humana, pareciera ser que su principal valor agregado de la econo- mía digital es que se presenta como una oportunidad para arreglar el desequilibrio en la fórmula del modelo de desarrollo actual, que antepone la rentabilidad eco- nómica sobre los demás componentes del sistema. Y, lamentablemente, la Pandemia ha sido una cruda demostración del fallo de esa fórmula. 8 ICAP | Políticas públicas en el mundo post COVID-19

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