Hasta ayer las organizaciones buscaban que el teletrabajo fuera una práctica dentro de su estrategia, sin embargo, la situación actual de ruptura obligó a cambiar abruptamente el entendimiento del trabajo y del teletrabajo.

En las circunstancias actuales el teletrabajo ha sido la respuesta de muchas organizaciones para continuar operando, esto ha sido posible gracias a las diferentes herramientas tecnológicas disponibles, que permiten realizar una reunión sin estar presentes físicamente para tomar decisiones y llegar acuerdos, o bien, exponer un tema sin necesidad de pizarra o proyector.

No obstante, es importante poner el énfasis en algunos factores claves para el éxito en esta modalidad de trabajo:

1. Identificar cuales puestos de la organización pueden ser virtualizados, porque no todos los procesos o actividades de una organización pueden ser realizados de manera remota.

2. Garantizar que, al incorporar una persona a este esquema de trabajo, posea las actitudes y aptitudes necesarias para ejecutar las actividades que se le asignen en el tiempo y de la calidad prevista.

3. Diseñar un plan de trabajo que permita fijar metas, estimar el tiempo y evaluar el desempeño.

El teletrabajo es una forma de trabajo que se instaló de golpe y de manera generalizada, pero posiblemente llegó para quedarse. Quedará por ver cuáles organizaciones capitalizan esta experiencia, y la transforman en una oportunidad para implementar nuevas formas de operar.